
Re-Activandose
Las nuevas generaciones han cuestionado la vigencia de la iglesia como institución. Se habla del fracaso de la iglesia occidental y/o de la deriva misionera de la iglesia evangélica en Norteamérica. Conceptos como "deconstrucción", "reconstrucción" y "exvangélico" salpican conversaciones en las redes sociales. Parte de esto ha sido provocado por problemas sociales como el racismo, el abuso sexual, la política, la comunidad LGBTQ, el complementariedad frente al igualitarismo, las mujeres en el ministerio y, lo que es más preocupante, el crecimiento del nacionalismo cristiano. La pandemia de COVID ha agregado una nueva capa de replanteamiento de la iglesia. De manera positiva, muchos han redescubierto la iglesia como algo más que un lugar al que ir o un evento al que asistir, sino como un pueblo que vive en comunidad y está en misión. De una manera menos favorable, muchos se han desconectado de la iglesia y se estima que muchos de los que dejan de participar en persona en una iglesia local quizás nunca vuelvan a hacerlo. Estos desarrollos plantean algunas preguntas muy válidas e importantes: ¿Es la iglesia relevante para hoy? ¿Es posible ser un discípulo saludable fuera de la comunidad de la iglesia? ¿Es suficiente la participación virtual ocasional en la iglesia para el crecimiento cristiano? ¿La iglesia evangélica en América del Norte necesita deconstrucción o reconstrucción o una especie de reforma? ¿Por qué iglesia? ¿La iglesia de quién? ¿Qué acerca de la iglesia es bíblica y esencial? Y muchos otros. Esta serie intentará abordar algunos de ellos.